lunes, 27 de febrero de 2017

CELOS TODO EL TIEMPO

Por: LPSI. Nilse Ximena Vargas Pérez
ESPECIALISTA EN ADOLESCENTES

"Es absurdo mi comportamiento....me lo digo una y otra vez, pero no puedo evitarlo, ayer acabé de armar otra "escenita" pero ésta vez lo perdí para siempre". expresa Lucía en medio de un torrente de lágrimas.

Ha sido así toda su infancia y aún ahora que tiene 22 años tiende a relacionarse con sus amigas y sus parejas del mismo modo: posesiva, dominante, insegura y sobre todo celosa, ésta es la forma en la que se autodefine, agregando que esto no es lo que complica su vida tanto como la expresión de ésta forma de ser: la agresividad.

Comenta que desde niña golpeaba a sus hermanas si éstas la ponían en segundo lugar, y con sus amigas era totalitaria, y si alguna tenía la ocurrencia de relacionarse con otra amiga ella la "ponía al hielo" o dejaba de  hablarle para siempre. Pero lo peor que expresa haber descubierto de sí misma es su forma de comportarse y "ser" con sus parejas, es tal la inseguridad que siente una vez que se enamora que poco a poco les va privando de la libertad y controlando sus acciones cotidianas, además de estar todo el tiempo celosa y agresiva.

"Estoy enferma", "necesito ayuda"

En las sesiones de terapia con adolescentes o jóvenes con este tipo de dificultad se puede observar que casi todo el discurso de ellos o ellas gira en torno a la autodescalificación, el autoreproche y a una mirada interna carenciada de sí (el enfermo, la enferma),  y cuando se pide que puedan lograr identificar algún concepto positivo de sí se quedan prácticamente en blanco pues pareciera que nunca pudieron mirarse de otro modo que no sea éste.

Hay una diversidad de formas en las cuales se trabaja en psicoterapia cuando aparecen este tipo de dificultades, una de ellas puede ser quedarse prendido a la queja y procurar "ayudar a cambiar" eso que la persona llama "su forma de ser", esta perspectiva lo que hace es trabajar desde la mirada "curativa" del especialista en salud mental que mira al enfermo y trata de curarlo de su dolor o de eso que lo aqueja.

Cunado trabajamos desde un enfoque centrado en la persona, por tanto, su caudal inmenso de potencialidades, capacidades, la diversidad de experiencias de vida favorables al margen de las desfavorables, la cantidad de aspectos valiosos e importantes que logró obtener en el transcurso de su vida; entonces, éste tipo de discursos que reflejan una imagen victimizada, enferma, carenciada, pasan a segundo plano porque se procura llevar a  la persona a una re-lectura de su vida, una forma profunda de mirar su interior y encontrar lo mejor de sí; y de hecho, surge de a poco, hasta que un día emerge total una persona con un concepto diferente de sí.

Sólo entonces se evalúa aquella historia por la que vino a consulta. 

Lucía despliega una historia donde recuerda que le gustaba compartir con todas sus hermanas, que quería tener muchas amigas, que cuando estaba en la pubertad soñaba con tener un novio que la dejara ser "ella misma" , un ser que define como alguien alegre, sociable, natural, libre de ataduras, porque había observado otras familias y veía que en su casa aquello ocurría no con sus padres, que el padre era celoso y evitaba surgir a la madre. Por tanto se había apropiado de ella la inseguridad, el no poder responder a su propio deseo de "saber ser libre" y por eso había ido viendo que ella se volvía insegura.

Al mirarse nuevamente descubre que ella ama la libertad de sus hermanas, de sus amigas, de sus parejas, porque en realidad ella es así: libre, afectiva, segura de sí, pero está ese "lado oscuro" que la forza a tener este tipo de conductas. ese lado que la identifica al padre, que la hace querer ser así. 

Por tanto, las sesiones en terapia abarcan más que dimensiones de análisis, varias acciones precisas de cambio. ¿Se curan los celos?,  ¿se puede decir que una persona celosa es enferma?, por supuesto que si nos enfocamos en "etiquetar" la conducta como tal (enferma) será más dificil, pero si se lleva el camino a mirar a la persona más que a la etiqueta, veremos que no hay persona enferma, que no está enferma de celos, que no adolece nada que no sea la distorsión de su forma de mirarse, de mirar su vida y su alrededor y que al cambiar su perspectiva sobre sí aquel "problema" se irá yendo simplemente.



En terapia se trabajan diversidad de acciones, se asignan actividades, se escucha a aquella persona que en tanto cliente no es un paciente y se acompaña a esta persona en ese recorrido exitoso de descubrirse a sí mismo que lo llevará a abandonar aquel camino de dolor que un día lo/la trajo a solicitar ayuda psicológica.