viernes, 13 de enero de 2017

¿QUÉ CON LA MARIHUANA?

Por: LPSI. Nilse Ximena Vargas Pérez
Especialista en adolescentes

"Nada malo pasa si fumo marihuana, leo sobre éso y tiene muchos beneficios..... es imposible entender porqué mis padres no lo pueden ver así, mi padre echó su grito al cielo y mi madre me dijo que me va a botar de casa si continuó fumando, es un porro ves?, nada más".

Este es Richi, el chico de 17 que fue sorprendido en el colegio cuando llevó marihuana y llamaron a la FELCN (unidad de control de drogas) y ellos lo sacaron del colegio y este lo expulsó porque así dice el reglamento educativo en la escuela secundaria.

Pero a Richi no le importa, él se reúne en la plaza Colón en las noches y ahí fuma con sus dos mejores amigos uno o dos porros de marihuana, aprendio a conseguir la droga, un tiempo quiso tener su planta en casa pero su padre la botó, y ahora es mucho más riesgoso aún, se compra la bolsita y prepara en su casa su propio cigarrillo. Cuando la FELCN encontró la bolsa en su mochila se salvó porque fue una y sólo lo recomendaron, él sabe que si había más lo habrían investigado y pensado que era traficante.

Sus padres le han dado un ultimátum: "o hace terapia se va de casa". Richi sonríe con sarcasmo, es una forma usual de comunicarse pues siente que sus padres "no merecen respeto y son gente hipócrita", descubrió que su padre desde que él era un niño asistía a burdeles y tal vez hasta es homosexual según su hermana Fiona, que la madre prefirió ocultar el secreto por no perder la seguridad económica que él les da y que entre ellos no hay relaciones maritales desde el nacimiento de el último hermano que hoy tiene 11.

Fumar me relaja, "me saca de la onda de los problemas e hipocresía de mi casa", me vale un bledo, si tengo que dejar la colilla botada en el baño lo hago, al menos no soy tan hipócrita como mi padre y mi madre hecha a la correcta...já", expresa y cruza su pie sobre el otro mientras se bota en el sillón.

Las sesiones no anudan en indagaciones sobre su "terrible" infancia según él, es más que eso, es comprender que él responde a pautas aprendidas en un sistema familiar donde las reglas se violaron desde su infancia, donde las personas se mienten y fingen creerse y él dio el paso decisivo, "ser el descarado" de la casa que desenmascara la situación familiar.

Las sesiones individuales son unas y allí se desarrollan aspectos internos que lleven a Richi a la reflexión de sus acciones y los efectos para sí, las sesiones familiares permiten establecer un espacio donde las personas se puedan mirar y formular preguntas al interior de la familia, el punto es evaluar la posible validez y fortaleza de este sistema familiar, un dia, el padre expresa su identidad sexual, otro día la madre expresa que no aguantó por le dinero sino porque siempre creyó tener un esposo desvalido a quien cuidar y ella siempre fue designada a cuidar desde su infancia, no sabe hacer otra cosa.

Richi escucha, cambia sus opiniones y juicios de valoración o crítica, descubre que su sistema familiar tiene aspectos que valorar, todos lo van descubriendo, aún piensa que fumar le gusta, pero expresa: "es por placer", "ya no requiero enturbiarme y olvidarme", tal vez lo deje.

La psicología no apunta a aconsejar ni hacer que el síntoma desaparezca de inmediato, menos a trabajar la aparente culpa del paciente designado, se trabajan todos los aspectos que conciernen a los sistemas (individual, familiar, parental, conyugal, grupal), por supuesto, así trabajamos quienes somos terapeutas de familia sistémicos y atendemos a familias de adolescentes a quienes llamamos "la familia adolescente" y a los adolescentes en sesiones privadas y familiares.






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